Era hijo de Eolo y Enarete y marido de Mérope, promotor de la navegación y el comercio, pero también avaro y mentiroso. Un día mirando hacia el cielo vio un águila que llevaba entre sus garras una dama, se trataba de Zeus con la hija de Asopo quien él buscaba desesperadamente.
Asopo pregunto a Sísifo si había visto a su hija y este de manera inmediata respondió que sí y le indico dónde estaban. Al darse cuenta Zeus de lo que había comentado Sísifo al padre de la joven envió a Tañato dios de la muerte para que se lo llevara al infierno, pero Sísifo tan avaro y mentiroso logro engañar a la muerte invitándolo a pasar amablemente a su casa y dejándolo preso en un calabozo por mucho tiempo, esto no le sirvió de nada porque tañatos fue liberado por Ares, dios olímpico de la guerra, quien envió el padre de los dioses.
Sísifo tuvo que acompañarlo al infierno donde se quejaba día y noche por no tener un funeral digno de parte de su esposa y seres queridos, finalmente este fue vencido por los dioses a los que desafió, fue condenado a empujar hasta la cima de una colina en el Tártaro una roca que, al llegar al punto más elevado, volvía a rodar hasta el pie de la montaña.
Podemos enfatizar que este mito nos lleva a ver como los mas fuertes someten a las personas más débiles a una "moralidad esclava", que no provocan en ellos más que un estado de resignación y conformismo hacia todo lo que sucede a su alrededor. Por lo que cada persona no debería realizar una labor sin sentido por un fin inútil, debemos forjar nuestras propias ideas, ser felices y dueños de nuestro propio destino.